viernes, 7 de agosto de 2015

LACTANCIA. MI EXPERIENCIA.

Tres hijos, tres experiencias diferentes en diferentes cuestiones y una de ellas es la lactancia materna.
Como no puede ser de otra manera, al igual que cada embarazo y cada parto fue diferente, mi experiencia dando el pecho a cada uno de mis tres hijos ha sido diferente, ya que ni ellos son iguales ni yo me sentía igual.


Lactancia materna, ¡cuantas dudas, preguntas, alegrías y desilusiones!
Quiero empezar diciendo que yo fui un bebé de biberón desde el momento cero; tras una lactancia fallida 14 meses antes de mi nacimiento, mi madre no se arriesgo lo más mínimo conmigo y tomé biberón desde la primera toma y quizás por eso mis sentimientos hacia la lactancia materna se encontraban un poco cruzados cuando me quedé embarazada de mi primera hija, por eso o simplemente porque yo, soy así!

Por una parte me sentía en la obligación de darle el pecho  y por otra no me apetecía nada tener que andar con la teta fuera todo el día; me sentía un poco obligada por comentarios en el ámbito familiar y por la impresión de que si no parece que no eres una buena madre, así que cuando vió la luz mi primera hija hice lo que pensaba que tenía que hacer más que lo que a lo mejor me hubiera gustado y le dí el pecho hasta las cuatro meses que comenzó la guardería porque se acababa mi baja maternal. La experiencia fue buena, la niña engordaba lo justo para no necesitar apoyo de biberón hasta los cuatro meses que ya le incorpore cereales y le quite definitivamente el pecho.

Cuando nació la segunda de mis hijas, fue casi, casi un fracaso ya que a los dos meses no engordaba y cuando se hizo evidente que necesitaba apoyo de biberón decidí que con una niña de dos años además de la chiquitina no iba a pasarme el día entre tetas y biberones y hasta allí llegó para ella la lactancia materna. 2 meses y pico!

En ambos casos creo que influyo decisiva mente el hecho de que les daba el pecho en la intimidad, el bebé y yo  a solas,así que cuando teníamos visitas y llegaba la hora de mamar, nos íbamos a otro cuarto para no hacerlo bajo la mirada de las" madres expertas" de la familia, para no tener que oír comentarios y recomendaciones y también influyo supongo el nivel de estrés, sobre todo para la segunda de mis pequeñas.  Las niñas se han criado sanas y felices, pero en cuanto al tema lactancia materna, las cosas no fueron mal, pero podían haber ido bastante mejor.

Sin embrago, unos años despues llego mi tercer hijo y al contrario que sus hermanas tomó pecho hasta los siete meses que ya no me quedaba más remedio que incorporarme de nuevo a mi trabajo. En esta ocasión se me hizo mucho más fácil, lo disfruté mucho, mucho más, asumí que siendo el hermano pequeño de dos niñas metidas en plena vorágine de cumpleaños, extraescolares y demás eventos propios de la vida social escolar me tocaría sacar la teta donde fuera, así que lo hize desde el primer momento; lo asumí como algo natural y el pirata ha tomado el pecho en restaurantes, comidas familiares, cumpleaños, festivales de fin de curso y donde nos haya pillado .
En este caso, el resultado fue un "pequeño Buda " así terminamos por llamarle de lo gordito que estaba.

Así que en resumen, creo que en la lactancia materna influyen muchos factores, no solo el físico del bebé y la madre, sino también  los ambientales, familiares y mentales. De mi experiencia puedo sacar una máxima y es que la leche materna es el mejor alimento que le puedes dar a tu hijo, que crea un vinculo especial entre ambos, que es una manera de prolongar esa privacidad con el bebe que has tenido en el embarazo y que además, si te lo tomas con filosofía, es el método más rápido, cómodo y económico de alimentar a tu bebe.
En mi caso, al final, fue una buena experiencia que recomendaría a todas las madres; pero también creo que no hay que estigmatizar a las que decidan recurrir  a la formula.

Esta es mi aportación al carnaval de blogs sobre lactancia materna que ha puesto en marcha Madresfera y Acción contra el Hambre, en favor de la misma.
(aqui toda la informacion)




2 comentarios:

  1. En mi caso sólo puedo hablar de 1 experiencia, pero fue muy satisfactoria durante los 4 meses que duró.

    Tenía muy claro que mi trabajo de lunes a sábado con jornada partida no iba a poder compaginarlo con la lactancia, y como tenía comprobado, en cuerpo propio y ajeno, que el biberón también es bueno, dije adiós sin gran pena a esa experiencia.

    Pude seguir teniendo ratos estupendos con mi hija y repartir con su papá (y yayos) las tomas diarias.

    ¿Es buena la lactancia?. Por supuesto. ¿Es bueno el biberón?. Pues también. Y se les quiere igual con uno y con otro.

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