DIARIO DE UNAS VACACIONES ESCOLARES Y TRES HIJOS. DÍA 30. EL DÍA EN QUE MADRE PERDIÓ LOS NERVIOS

Las señales estaban ahí, eran claras, pero no las supe ver.
Se mascaba la tragedia desde primera hora de la mañana, pero no lo supe ver.
Lo vi cuando ya estábamos los cuatro enzarzados.
Que penita!

El día ha comenzado pronto para el pirata a pesar de que ayer termino muy tarde, por lo que
ha empezado  el día cansado, que nos lleva a que esté más irascible, que nos lleva a que se disguste con sus hermanas, que nos lleva a...PELEA!!!

Si, tal cual, así hemos terminado y eso es lo que ha llevado a que yo, la madre de los peleones, perdiera los nervios.
El pirata la ha liado por partes, una vez con la mediana, otra vez con la mayor y cuando ya pretendía levantarme la mano a mi, es cuando he explotado; lo reconozco he alzado la voz, le he enviado a su cuarto y hasta ¡oh, cielos!, le he pegado un cachete en el culete.
Lo se, la adulta soy yo, la que tiene que mantener la calma soy yo, la que ha de poner paz soy yo,la que...,la que.... soy yo, pero,esa era una de esas veces, en las que piensas: " ¡aquí me gustaría a mi ver a profesionales de la infancia!"
Me he arrepentido en el mismo momento en el que he notado que me ponía a su altura, pero ya estaba hecho.
No me considero una persona con mucha paciencia, pero intento ejercitarla porque no me gusta la tiranía en la educación , pero hay momentos, como el día de hoy, en el que creo que está permitido que una madre pierda la poca paciencia que le queda, arremeta contra todo, mande a los hijos cada uno a su cuarto y se quede más ancha que larga, aunque sea recogiendo la cocina, que es lo que he hecho yo.
En fin,luego, enseguida vuelvo al mundo y recapacito, y hoy mi consuelo es que al pirata ni le ha molestado y a las otras si les ha puesto las pilas.

Así que ya lo he decidido, esta año a los Reyes Magos les pido dos sacos de paciencia, que falta me hace.